jueves, 24 de octubre de 2013

POR DIGNIDAD

 
 

 
 
                           TERMÓPILAS
 
 
                                     Honor a aquellos que en sus vidas
                                     custodian y defienden las Termópilas.
                                     Sin apartarse nunca del deber;
                                     justos y rectos en sus actos,
                                     no exentos de piedad y compasión;
                                     generosos cuando son ricos, y también
                                     si son pobres, modestamente generosos,
                                     cada uno según sus medios;
                                     diciendo siempre la verdad,
                                     mas sin guardar rencor a los que mienten.
 
                                     Y más honor aún les es debido
                                     a quienes prevén (y muchos lo prevén)
                                     que Efialtes aparecerá finalmente
                                     y pasarán los persas.
 
 
 
KONSTANTIN KAVAFIS
 

          En días como hoy no quiero dejar de recurrir, una vez más, a esta joya de la poesía ética del gran Kavafis. Algunos dirán que me repito, pero es que la situación no sólo se repite sino que se agrava. Este es un blog de poesía, de amor a la poesía. Y, como dice mi amiga Trapisonda, no viene mal recordar en cada momento que hay versos para todo.
        La anécdota es sobradamente conocida: en el año 480 a.C., el rey espartano Leónidas defendió, hasta morir, el desfiladero de las Termópilas contra la invasión persa. Fue derrotado al fin cuando un traidor -Efialtes- facilitó a los persas de Jerjes el camino de acceso al desfiladero. Pero el poeta no habla de Historia, sino de dignidad. Lo que quiere decir es que hay momentos trascendentales en que las personas tenemos el deber de defender nuestras convicciones, aunque sospechemos que, al final, tal vez sólo nos quede la dignidad de nuestra derrota. Los persas pasarán, seguramente ya han pasado. Pero hay miles de motivos que nos impiden cerrar los ojos y cruzarnos de brazos.
 
 

9 comentarios:

  1. Ahí estamos, defendiendo aquello en lo que creemos.

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  2. Es mi poema favorito de Kavafis. Me lo sé casi de memoria, y justo en esta traducción. Gracias por recordármelo.
    Lo que más me gusta es el final: todo un tratado de ética resumido en tres versos.

    En otro orden de cosas, siempre me he preguntado que habría sucedido si la rata de Efialtes no hubiera guiado a los persas.

    De todos modos, consiguieron salvar Grecia

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    1. Querida Blanca, es todo un lujo tenerte por aquí. Muchas gracias por pasar y comentar. Ven siempre que quieras.
      Este también es mi poema favorito de Kavafis, junto con "Ítaca" y "El dios abandona a Antonio". Defender las Termópilas es lo único que nos queda, algo a lo que no podemos renunciar en nuestro día a día. Quién sabe si aún conseguiremos salvar algo...

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  3. Qué maravilla, Inmaculada: Itaca-que nunca lo menciono porque suena a tópico, y "El dios abandona a Antonio", junto con éste, son para mí los mejores. Qué coincidencia.

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  4. Excelente trabajo, Inmaculada, y gracias por unirte. Creo que estamos muy próximas, en la poesía, por supuesto -le he dedicado mucho tiempo-, pero también en el espacio y, sin duda, en el deseo de tiempos mejores para la cultura y la enseñanza. (Igual un día nos vemos en "la Sur"...).

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    1. Muchas gracias, Clara. Bienvenida. Es un placer tenerte por aquí.

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