lunes, 31 de marzo de 2014

CIEN AÑOS DE OCTAVIO PAZ

 
 
 
      Hoy hace cien años que nació, en plena revolución mexicana, el poeta y ensayista Octavio Paz, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990 y reconocido como uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Durante todo el año se sucederán los homenajes, tanto en México como en España, y aquí no vamos a ser menos. Queremos recordarlo a través de sus propias palabras.
 
 

 

 
   
 
 
 
 
 LIBERTAD BAJO PALABRA
 
 
      "Allá, donde terminan las fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio. Avanzo lentamente y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua remota que me espera donde comienza el alba.
       Invento la víspera, la noche, el día siguiente que se levanta en su lecho de piedra y recorre con ojos límpidos un mundo penosamente soñado. Sostengo al árbol, a la nube, a la roca, al mar, presentimiento de dicha, invenciones que desfallecen y vacilan frente a la luz que disgrega.
       Y luego la sierra árida, el caserío de adobe, la minuciosa realidad de un charco y un pirú estólido, de unos niños idiotas que me apedrean, de un pueblo rencoroso que me señala. Invento el terror, la esperanza, el mediodía -- padre de los delirios solares, de las falacias espejeantes, de las mujeres que castran a sus amantes de una hora.
       Invento la quemadura y el aullido, la masturbación en las letrinas, las visiones en el muladar, la prisión, el piojo y el chancro, la pelea por la sopa, la delación, los animales viscosos, los contactos innobles, los interrogatorios nocturnos, el examen de conciencia, el juez, la víctima, el testigo. Tú eres esos tres. ¿A quién apelar ahora y con qué argucias destruir al que te acusa? Inútiles los memoriales, los ayes y los alegatos. Inútil tocar a puertas condenadas. No hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los ojos o volver entre los hombres: esta lucidez ya no me abandona. Romperé los espejos, haré trizas mi imagen, que cada mañana rehace piadosamente mi cómplice, mi delator. La soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad, el día a pan y agua, la noche sin agua. Sequía, campo arrasado por un sol sin párpados, ojo atroz, oh conciencia, presente puro donde pasado y porvenir arden sin fulgor ni esperanza. Todo desemboca en esta eternidad que no desemboca.
       Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contrario: torre que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.
       Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día."
 
OCTAVIO PAZ

8 comentarios:

  1. Gracias Isabel. ¡Qué grande Octavio Paz!
    Un abrazo, Luisa

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    1. Bienvenida, Luisa. Gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo.

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  2. Una vez, poco antes de su muerte, Octavio Paz vino a Valencia y yo asistí a la conferencia que dio en el IVAM. No tuve valor para acercarme a él, pero aún siento la emoción de haber compartido el tiempo y el espacio con un poeta tan inmenso.

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  3. Yo sé de una poeta intensa que, a veces , se acerca...pero aun no la conozco.

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    1. Pues tengo entendido que la poeta esa (que este año es más profe que poeta) estará por ahí cerca dentro de muy pocos días...

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